Divina… grande… eterna, monumental… y siempre TOLEDO.
Tanta belleza y delicadez expresada en muros y cubiertas toledanas, esculpidos magistralmente por los mejores artistas del mundo, han llegado hasta nosotros dejando en Toledo momentos y recuerdos para siempre.
Ciudad de emociones, que inspira con sus cielos y atardeceres anaranjados a los mejores poetas y pintores del mundo de todos los tiempos…, abrazada por el río Tajo, mimada y deseada por todas las culturas y civilizaciones, Toledo se abre al mundo.
La noche toledana, con nana de estrellas y luna, te sugiere momentos inolvidables en cientos de pequeñas terrazas con suculentas tapas, vinos y cervezas artesanas, música en directo… siempre en un entorno especial y único: el corazón de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
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Naturalmente Toledo
Naturalmente no hay nada mejor que calzarte unas zapatillas, tu ropa más cómoda y salir a pasear, andar o correr, solo, en pareja o en familia por la toledana Senda Ecológica junto al río Tajo, o, para los más atrevidos hacer la popular “vuelta al Valle” junto a espectaculares miradores, históricos cigarrales, pequeñas ermitas, naturaleza, espacios abiertos, al aire libre… haciendo la Panorámica completa, moviendo las piernas y latiendo el corazón! Cuidado, quizá te encuentres con el ciclista por excelencia: Federico Martín Bahamontes, “el águila de Toledo”, primer español en ganar el Tour de Francia (1959), y seguro que te saluda amablemente y sonríe para tu foto.
Descubre nuevas perspectivas, colores y matices antes desapercibidos por ti del magnífico patrimonio monumental y natural de Toledo, y ¡respirando aire puro! Un plan de éxito. ¡Seguro! ¡Inolvidables fotos! Selfies inéditos y obligados…
Toledo, monumental
Desde la llegada a sus puertas que reciben abiertas de par en par para la visita y acogida más sencilla y exclusiva.
Reyes, emperadores, santos, pintores universales, genios de la literatura, cineastas, románticos, excéntricos, intelectuales y soñadores han traspasado durante siglos sus puertas y murallas milenarias y hoy están abiertas para mostrarte aquello que desconocías y que te está esperando.
Día, noche, … atardeceres sublimes, rincones inéditos, escudos de familias nobles, placas y grafitos históricos, cobertizos toledanos… portadas, torres, murallas, …, sonidos de campanas… perderse y volverse a perder… Toledo es infinita.
Tapear en bares y tabernas inundados de Historia e historias, cenar en jardines y restaurantes con patrimonio, descubrir la belleza de un Cigarral al atardecer y prolongar la velada hasta la madrugada… y al fondo siempre Toledo.
Casco Histórico está salpicado de bares de tapeo y gastrobares
Con su gran personalidad, resaltando esa singularidad natural y bella que se suma al patrimonio único creado por el hombre, Toledo, al caer la tarde muestra todos sus encantos más ocultos o a veces desapercibidos.
No hay mejor plan que elegir una de sus cientos de terracitas con vistas a una Ciudad Patrimonio de la Humanidad UNESCO, una buena compañía y el tiempo suficiente para paladear y degustar las delicias de la cocina toledana.
Si tu opción es “tapear” el Casco Histórico está salpicado de bares de tapeo y gastrobares in que falten las típicas “carcamusas”, queso manchego con aceite D.O. y vino de la Mancha o Méntrida. Si eres de cerveza, las cervezas artesanas en Toledo son una magnífica opción.
Si lo que prefieres es almorzar o cenar en un entorno especial junto a columnas y capiteles antiguos, o artesonados policromaos de siglos pasados, Toledo abre sus restaurantes con patrimonio: vanguardia o tradición. Tú eliges.
Pero sí hay algo que debes experimentar tras un día paseando y visitando Toledo es una cena en uno de los cigarrales toledanos, algunos de ellos históricos y con históricos jardines y terrazas ¡un auténtico gusto para los sentidos!… y en un entorno natural… relajado y tranquilo.
Música en vivo o brindis con vistas sobre los tejados toledanos podrían la guinda al plan abierto que te propongo.
¿Qué te podría decir yo?…
que me encantan tus lunas desde el mirador de El Valle, o desde el Puente de San Martín o Alcántara, o desde alguna de la terracotas con encanto, buena compañía y mejor cocina; que sumergirme hacia adentro me descubre ese Toledo desconocido de cuevas y subterráneos, de leyendas, damas e historias con embrujo; que tapear al caer la tarde se convierte en el primero de los rituales de una noche toledana; que sorprenderte con cómo se van iluminando los grandes monumentos uno a uno: el Alcázar, la Catedral, las torres históricas y los “Gilitos”… para conformar la especial panorámica de Toledo bajo las estrellas se me hace un momento especial y único.
Pero la noche no acaba aquí: los Cigarrales nos permiten los últimos brindis a la luz de esa luna tan toledana que amenaza con esconderse, testigo mudo de tantas… y … tantas historias.
Disfrútalo sin prisas, en exclusiva para ti…
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