A Villanueva de la Jara llegó Santa Teresa un 21 de febrero de 1580 para organizar su XIII fundación y, como escribe en su libro de las Fundaciones, capítulo 28, párrafo 8:“…para cumplir los deseos de nueve mujeres que se habían entrado juntas en una ermita de la gloriosa Santa Ana que había en aquel pueblo, con una casa pequeña cabe ella, algunos años había, y vivían con tanto recogimiento y santidad, que convidaba a todo el pueblo a procurar cumplir sus deseos, que eran ser monjas”.
Fue el Concejo municipal de la villa quien protagonizó la iniciativa de solicitar a Teresa de Jesús, conocida ya en aquel momento como una destacada reformadora y fundadora de conventos, venir a este lugar. El Párroco, Dr. Ervías había puesto de relieve, ante las autoridades municipales, la situación precaria de nueve doncellas que, deseando vivir como religiosas, carecían de convento y reglamento: “Estando yo en Toledo, que venía de la fundación de Sevilla, año de 1576, me llevó cartas un clérigo de Villanueva de la Jara del ayuntamiento de este lugar, que iba a negociar conmigo admitiese para monasterio nueve mujeres que se habían entrado juntas en una ermita de la gloriosa Santa Ana que había en aquel pueblo…” (Libro de las Fundaciones, capitulo 28, párrafo 8).
La Santa, desestimó en un principio la propuesta. Veía cierta dificultad, para el mantenimiento del Convento, en la menguada población del municipio: 1000 vecinos. También consideró lo problemático que podría llegar a ser iniciar una comunidad con la incorporación, a una, de nueve miembros que carecían de experiencia conventual. Pero…: “Cuando ya pensé lo tenía estorbado, envíanme un mensajero con cartas del ayuntamiento, adonde se obligaban que no les faltaría lo que hubiese menester…”
(Libro de las Fundaciones, capitulo 28, párrafo 8).
“Acabando un día de comulgar y estándolo encomendando a Dios… …me hizo Su Majestad una gran reprensión, diciéndome que con qué tesoros se había hecho lo que estaba hecho hasta aquí; que no dudase de admitir esta casa, que sería para mucho servicio suyo y aprovechamiento de las almas”. (Libro de las Fundaciones, capitulo 28, párrafo 15).
Un suntuoso ceremonial litúrgico que se manifestó en la recepción de la Santa y sus compañeras cuando llegaron a Villanueva: “Saliéronnos a recibir todo el ayuntamiento y otros algunos con el doctor Ervías, y fuímonos a apear a la iglesia del pueblo, que estaba bien lejos de la de Santa Ana. Era tanta la alegría de todo el pueblo, que me hizo harta consolación ver con el contento que recibían la Orden de la sacratísima Virgen Señora nuestra. Desde lejos oíamos el repicar de las campanas. Entradas en la iglesia, comenzaron el Te Deum, un verso la capilla de canto de órgano, y otro el órgano. Acabado, tenían puesto el Santísimo Sacramento en unas andas y a nuestra Señora en otras, con cruces y pendones”. (Libro de las Fundaciones, capitulo 28, párrafo 37).
Después de un mes de presencia en La Jara, Santa Teresa dejó instituida una Comunidad religiosa con estas beatas y cuatro monjas que vinieron con ella de Malagón y Toledo: su XIII fundación.
Una de estas compañeras, Ana de San Agustín, fue la impulsora de la fábrica conventual y la fundadora del Convento de Valera de Abajo, que posteriormente se trasladó a San Clemente y que hoy en día alberga una comunidad de madres carmelitas. Con fama de santidad, Ana de San Agustín es hoy muy venerada por los jareños y fieles de la comarca. Su sepulcro se encuentra junto al coro bajo de la iglesia conventual.
En 1580, en el camino hasta esta villa, Santa Teresa visitó el llamado Desierto carmelita de El Perpetuo Socorro, en la Roda, atraída por la figura de la asceta Catalina de Cardona, mujer de la Corte que decidió retirarse cerca de los padres carmelitas. La Santa Andariega no llegó a conocer a “la Cardona”, pero invitó a los frailes a venir a fundar a Villanueva de la Jara.
De ese modo el 17 de junio 1602 el Provincial de la Orden decretaba “el traslado de los frailes y sus pertenencias a la Villa de la Jara… que se trajera el cuerpo de la santa madre Cardona… y que los bienes del Convento del Socorro se destinaran a la construcción del de esta Villa”.
Esta fundación sigue viva hoy en Villanueva de la Jara con una Comunidad de religiosas carmelitas que irradian su espíritu a la sociedad, con el Patronazgo municipal que se celebra cada 15 de Octubre.
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